Riaño Vive...en el resguardo de "teléfonos"
Recibo de una de las últimas llamadas de teléfono que hice a través de la operadora de la centralita de Riaño.
En aquellos días se desalojaban y demolían las viviendas y establos de Riaño(León). Puedes ver el documental de tv3 , filmado en aquellos días. Su duración es de 42 minutos. Han pasado, nada más y nada menos que 20 años, desde que en aquel frío mes de diciembre de 1986 me dirigí al Valle de Riaño. En aquellas fechas me encontraba en Valladolid, embarcado en el proyecto de la Cooperativa de Educación ambiental “Oikos”, y en la edición de “Educación Ambiental”, la primera revista de edición nacional sobre dicha temática. Allí estuve poco tiempo pues, sin saberlo, se acercaba el momento de venir a Madrid… pero esa es otra historia. No podía mantenerme al margen de lo que en ese extremo oriental de León estaba ocurriendo. Llegué en los últimos días, cuando ya todo se había perdido excepto el espíritu de resistencia, el valor de defender lo que en aquellos momentos se llamaba ecodesarrollo y que, hoy día, se quiere llamar, descafeinadamente, desarrollo sostenible. El caso es que la forma de vida de esa zona de la Montaña Leonesa iba a derrumbarse bajo la acción de las palas y excavadoras y, poco después, bajo las aguas frías que cubrirían las ruinas de Riaño y ocho pueblos más. En aquellos días fui testigo del fin de varias historias: Hice una de las últimas llamadas telefónicas que se pudieron hacer a través de la operadora de la centralita de la entonces CTNE (Compañia Telefónica Nacional de España). Pude fotografíar a miembros de los grupos de extrema izquierda que acudieron para confrontarse con los antidisturbios del cuerpo de la Guardia Civil, a miembros de la Guardía Civil, los mismos que hicieron uso de las porras eléctricas para romper las barreras humanas que impedían el paso a los camiones que portaban los enseres de quienes habían sido desalojados de sus viviendas, los mismos -otros- que en los momentos de más tensión y antes de efectuar la carga me miraban a los ojos y, en un gesto de complicidad arqueaban las cejas para expresar su impotencia por lo que estaba pasando… por lo que tenían que hacer, y también pude compartir algún día con Luis Costa, en aquel momento realizando investigaciones sobre el Oso Pardo, a quien conocí cuando en 1984, junto con sus compañeros del grupo ecologista Urz, participamos en el censo nacional de cigüeñas, ocupándome enteramente de toda la zona de El Bierzo y los demás miembros del grupo -estudiantes de la Universidad de León- del resto de la provincia. Os invito a visualizar este documento de lo que en aquellos días ocurrió.
El resguardo de la llamada telefónica corresponde a la que hice desde la centralita de la CTNE…
(WebLog de René Rodríguez)
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