...en el "prao el cuerno"
¿Os acordais de este lugar?
Este y tantos otros rincones del río recorríamos de chavales y más mayores, sin ser conscientes del privilegio que teníamos.
Todo nos lo robaron un puñado de avaros.
A cambio, cuatro miserables duros y un piso a pagar,
de protección oficial en la ciudad.
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A Riaño vuelvo con la tranquilidad de saber que es mi pueblo, a pesar de haber vivido siempre fuera y de mi condición nunca ocultada de vasco. Vuelvo con la necesidad de ver una vez más sus montes, sus calles y gentes que forman una importante parcela en mi vida y mis recuerdos. Vuelvo para llenar mi saco de las emociones que luego voy desparramando en cada personaje, aquí y allá, en Bilbao, en Madrid o Buenos Aires, que más da: todo huele a Riaño. Solo dejaré de ir si algún día lo anegan las aguas, porque lo único que no quiero que me recuerde a Riaño son las lágrimas y la impotencia de la rabia. Mientras tanto, en cada personaje, habrá ese pequeño homenaje al lugar donde nací, testigo de tantas horas soñando con ser actor.
Hoy me toca devolvérselo todo y pagar la cuenta de mi destino.
Hoy me toca devolvérselo todo y pagar la cuenta de mi destino.
Imanol Arias(entonces "Manu", para los riañeses)
Libro RIAÑO VIVE 1987
Al fondo,..."el pelagrero", por lo menos eso ponía en un trozo de madera clavado en uno de los chopos. Allí acamparon un grupo de jóvenes del pueblo a los que todos los días se les veia salir de noche y volver de madrugada supongo que de las fiestas de los pueblos de la comarca.Hacían mucho ruido
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