...en la peña de bachende
Desfiladero de Bachende que da entrada al valle de Riaño |
Avisar al pueblo tirando cohetes al aire era nuestra misión, avisar de la llegada del ejército invasor con galones de la guardia civil que según nos dijeron, vendrían esa misma noche para destruir nuestras casas, nuestros pueblos, todo lo que quedaba de nuestra vida. Así pues, ahí estábamos.
No creíamos de verdad que algo así pudiera pasar, que vendrían. Pasaron las horas de frío, entre risas amargas endulzadas con alcohol y a la vez, preocupación por la posibilidad de que pudiera suceder en medio de la noche oscura donde una gruesa niebla empezaba a caer sobre nuestras espaldas. Entonces como una mala visión, ¡aparecieron!. Una enorme serpiente de luces de vehículos serpenteaba por la carretera del desfiladero lentamente. (Lo visualizo en mi memoria y veo el enorme convoy aguas abajo a unos dos Km. de distancia mientras se me eriza la cabellera). Incrédulos de lo que estábamos viviendo comenzamos a lanzar cohetes que a duras penas conseguíamos encender y que apenas los oíamos ni nosotros mismos debido la espesa niebla que nos había engullido.
Cuando nos dimos cuenta, todo el séquito había llegado hasta nuestra altura y el primer “lanrover” paró el convoy al llegar al pie de la curva del puente. En ese momento, lamenté no haber tenido preparado un despeñadero para llevárnoslos a todos por delante como hace muchos siglos hicieron nuestros mas viejos antepasados contra Roma (plan rechazado por precaución). Bajamos hasta la carretera pasando a pocos metros de los vehículos hasta llegar a la curva donde habíamos escondido estratégicamente nuestra arma letal: un caldero lleno de aceite para lanzar a la carretera y hacer así resbalar e impedir el avance del convoy. Para poder coger el caldero, había que meterse en los haces de luz de los focos y ser visto, pero con un movimiento rápido no pasaría nada como así fue. Lleno de rabia cogí el caldero de aceite y lo lancé delante del primer “lanrover” tirando después con fuerza el caldero de cinc contra sus focos y gritando a pleno pulmón, ...¡¡HIJOS DE PUTA!!.... salimos corriendo como balas mientras escuchábamos a nuestra espalda el ruido de las puertas de los vehículos al abrirse e inmediatamente los disparos…no sentía el suelo bajo mis pies y corría como loco camino abajo hacia nuestro refugio, el bosque de Tendeña. A pocos metros mas abajo en la cuesta que baja del puente, en la repentina oscuridad, en medio del camino, súbitamente frente a mis ojos apareció un montón de ramas. Choqué violentamente contra ellas y salí despedido volando por encima del motón y dando una voltereta sobre mi cabeza, cayendo de culo al otro lado…creo que de rebote, ya estaba corriendo de nuevo.
Cuando llegamos al pueblo casi al amanecer, el gran acto de la destrucción sistemática del pueblo estaba a punto de continuar...
**el pequeño de Agapito
Fotografía: Primo Fernández
que duro tuvo que ser. No os calleis dad a conocer todo esto. Las aguas volveran a su cauce...algún día nada es esterno
ResponderEliminarEsa batalla todavía no ha acabado.
ResponderEliminarYo soy uno de los testigos de la llegada a Riaño de la guardia civil. Al leerlo lo he revivido después de tantos años. Nosé todavía como nos atrevimos a hacerles frente, pero si volviese a ocurrir no dudaría en agarrar 2 botellas de martini blanco y apostarme en el desfiladero de Bachende.
ResponderEliminarKike
Pasaran los años,y él probablemente habrá olvidado todo esto, pero yo todos los días de mi vida me acordaré de la puta madre que parió a Saenz de cosculluela, y más le vale por muy anciano que sea que no se cruce en mi camino.
ResponderEliminarMuy valientes erais todos despues de haberos metido en el bolsillo y gastado el dinero de las expropiacines. ese fué el gran problema, que cuando llegó el momento de poner en alto el pantano ya no os quedaba dinero. Igual te crees un Che leones o algo parecido, a mi lo único que me pareces con estas historietas es un personajillo lamentable
ResponderEliminarLas historietas como tu dices personaje anónimo, si que son lamentables...¿El personajillo?...es sincero.
ResponderEliminarEn esas fechas yo era "pinchadiscos" en una discoteca de León. Mi jefe era "chivato/informador" de la Guardia Civil, hasta el punto que llevaba radio/emisora de ellos, en su coche particular.El sabía que yo era de Riaño y me llamó para decirme de ,forma confidencial, que tenía confirmado la salida de efectivos antidisturbios desde Valladolid y otros cuarteles, para llegar a Riaño al amanecer y por sorpresa. Al segundo de colgar, llamé a Riaño para dar la información en primicia y de primera mano y que por desgracia fué real...El resto ya lo sabéis
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