Riaño Vive, la Lucha Sigue.

Un recuerdo, de un momento, en una mañana gris sobre el escombro, para desearos a todos, lo que se vé.

El pasado 28 de Octubre, se cumplierón 25 años de la mañana que comenzó todo en "la zanja de telefónica". 
Mañana, 10 de Diciembre, se cumplirán los 25 de los primeros mazazos que una excavadora demoledora arremetiera en Riaño. Todos tenemos grabado en nuestra retina, la primera visión de derrumbe al golpear el brazo de acero contra la esquina de la cuadra de Nicasio, padre de Concina; que arrodillada en el suelo y con los brazos en alto, imploraba a gritos clemencia a los guardias que la rodeaban. 
El 7 de Julio, volvieron los convoyes verdes de madrugada, serpenteando con sus luces tenues la carretera entre las peñas de bachende; cargados de guardias civiles armados hasta las orejas para vigilar la última embestida que daría el gobierno de la nación a los viejos, ancestrales pueblos de la Montaña leonesa de Riaño. Pocos días después, después de toda una historia vivida durante siglos y siglos, el 24 de Julio, no quedará piedra sobre piedra por un cruel y simple, trabajo bien hecho.
Días para olvidar, si....los días que los esbirros del estado español vinieron para echarnos a porrazos de nuestras casas...de nuestro pueblo...de nuestra tierra...borrándonos la vida de un plumazo. Mal que nos pese, esta sigue siendo parte de nuestra tarjeta de presentación para reivindicar el futuro que nos robarón:
CUANDO ALGUIEN REPITE UNA COSA en diversas ocasiones o alude a un tema de forma reiterada se dice que está obsesionado con ello. La obsesión personal es lógica e incluso debería ser entendida por el resto de los mortales cuando atiende a un hecho socialmente execrable, objetivamente grave y fundamentalmente injusto y por tanto pendiente de justicia. Las Madres de Mayo están obsesionadas con sus hijos desaparecidos durante la dictadura argentina y nadie que sea bien nacido podrá poner reparos a que sigan con su obsesión e incluso a participar de ella. La mía, mi obsesión, es Riaño, el valle de Riaño en la montaña leonesa sepultado por un embalse en 1988. Hace dos años recordé en esta misma telaraña lo allí ocurrido; lo siento, pero qué menos que una vez cada dos años para aprovechar esta tribuna y remover el fango hediondo de este pantano. El desalojo, derribo e inundación de Burón, Riaño, Huelde, Anciles, La Puerta, Salio, Escaro, y Pedrosa del Rey, ha sido el episodio más cruel de los provocados voluntariamente en España desde la Guerra Civil, y así lo pueden atestiguar quienes allí estuvieron durante los meses que duró el ataque del Gobierno, junta de Castilla y León y Diputación de León contra esta preciosa comarca.
**Mario Sáenz de Buruaga
Video de "adrianu".

                         ¡CALDEROS!