...en la noche salvaje
Entre las hayas del bosque de los montes de la reserva de fauna salvaje de Riaño (León), la noche se mueve...en silencio. Observar bien los acontecimientos que se suceden en el vídeo, donde el primer protagonista y mejor servido esa noche, es el Oso Pardo; un buen ejemplar que aparece desde lo más oculto, raudo al reclamo de un abundante y fácil bocado en medio de alguna parte. Como cumpliendo con el protocolo animal, el oso hace los honores entrando en escena por la puerta grande entre dos hayas que la dibujan. Desconfiado, pero decidido, después de rastrear con su radar olfativo todo lo que le rodea, hace un movimiento con su zarpa y de seguido, echa sus dientes sobre "el Venao" decapitado, para llevárselo lejos de esos ojos curiosos que seguro intuye. Ese ciervo ha sido cazado ese mismo día por alguien que después de haberse hecho una foto con el, se marcho solo con su cabeza. Continua la noche con el desfile de curiosos en busca de algo bueno para la cena. El Lobo, es el siguiente en aparecer dejando su marca en el lugar e insistiendo en su deseo de obtener recompensa, sin al parecer, conseguirlo. La noche quieta, se alborota de repente con la llegada de una piara de nerviosos Jabalís que azotan y remueven el suelo con sus hocicos multiuso. Su lomo esta erizado como si supieran que están siendo observados por ojos curiosos y desconocidos. Al final se van todos juntos y otra vez, la silueta de un oso grande aparece fugazmente. Después, un oso más joven, asoma la cabeza entre la puerta de las dos hayas y huye al instante despavorido. El lobo, vuelve a la escena... se va.
Todos, parecen intuir que algo extraño sucede en ese lugar de la noche. Cada uno a su manera nos lo deja apreciar en las imágenes del video con sus gestos y movimientos.
Imágenes que hacen pensar en lo que a uno le puede suceder si pierde la cabeza y se queda a dormir al raso en el monte; o también, ya desde la calidez y seguridad del hogar propio sentado cómodamente en el sofá; en la gran riqueza natural que poseemos en nuestra tierra y que creemos, poco valoramos. Algunos, la disfrutamos con placer cuando podemos, y la defendemos con vehemencia siempre allá donde estemos.
El oso, morando en nuestra, su tierra, lo dice por si solo. Es nuestro mejor tesoro.
Que sea para siempre, como siempre.
RIAÑO VIVE
Plataforma por la Recuperación del Valle de Riaño
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