...con el horizonte al revés
Este es el horizonte en la Montaña de Riaño; que se mira cabeza abajo desde hace ya tres décadas. |
Montaña de Riaño, con el horizonte
al revés
Una vez más, gracias a la facultad que nos da la
edad, con su memoria, queremos expresar nuestras opiniones e inquietudes sobre la
tierra que nos vio nacer, intentando siempre hacerlo desde la perspectiva de la
historia vivida y no de la que nos cuentan.
Que el término de Montaña de Riaño (MR) es nuestra
mejor marca, es un hecho que nuestra reciente historia lo
demuestra. Que la Montaña de Riaño ya no es lo que era, eso, también es un
hecho, pero no motivo para destruirlo; y por eso, exponemos algunas razones.
Desde que los caminos de carros y carretas
comenzaron a ser carreteras para
vehículos de tracción mecánica, la MR comenzó a hacerse oír entre la gentes de
cada vez más lejos, por ser el nuevo centro estratégico natural que unía todos
los valles, y sus caminos, en uno solo. Se Convirtió así, en el centro
referencia y de servicios para toda la comarca de montaña nororiental leonesa.
Fueron años de progreso, acompañado este, de verdadera prosperidad en toda una
zona de Montaña de duros inviernos, acostumbrada ancestralmente a vivir en una
economía de supervivencia. Tiempos que fueron cambiando poco a poco la
fisonomía de los pueblos viviendo su propia transformación sin más dictado que
la adaptación a las nuevas oportunidades; mirando desde la puerta a la calle,
las gentes emprendedoras de Riaño especialmente, vieron surgir delante de casa la
posibilidad de dar lo que tenían a cambio de hacer un buen negocio, con todo un
mundo que llegaba y descubría las maravillas de nuestra Montaña, nuestra dura y
bella tierra. Este proceso avanzaría
desde mediados del XIX durante más de un siglo, y hubiera continuado de no ser
por la Apocalipsis que se avecinaba: La cruel e injusta sentencia a
desaparecer, bajo las aguas de un pantano. Tenemos como mejor ejemplo de esta próspera
época de la Historia, la arquitectura de las nuevas edificaciones, el Partido
Judicial y el Parador Nacional , símbolo
este también, de su caída en picado.
A modo de curiosidad comentamos, que las antiguas y gloriosas comarcas históricas de la
Montaña, Valdeburón y Tierrra de la
Reina, quedaron incluidas en el término de la Montaña con el apellido de Riaño,
que se usaba cada vez más entre las conversaciones de las gentes que por ella transitaban para hacer
referencia a la zona. Esto es algo que todavía hoy sigue sin agradar demasiado a algunos de los
descendientes de hidalgos de Valdeburón y de los vasallos y señores de Tierra la Reina.
Durante ese tiempo, la localidad de Riaño fue
asumiendo paulatinamente el papel de centro neurálgico y la montaña se encontró en ese camino con los años de
mayor prosperidad y crecimiento demográfico de toda su historia. Nadie
cuestionaba entonces como es lógico, la identidad de este término para
diferenciarse del resto, pues era sinónimo de riqueza y belleza natural sobre
todo para los que venían de fuera. El hecho de que ahora en la segunda decena
del siglo XXI, en tiempos de vacas flacas por los excesos cometidos, esto se cuestione, deja en mal lugar
a aquellos que lo hacen por el mero hecho de hacerse y por muy lógico que
parezca. Nuestro pasado reciente delata nuestro egoísmo y falta de unión. Un
egoísmo peligroso con un resultado que a la vista está, pues con el, hemos
tirado piedras muy grandes sobre nuestro propio tejado común, "La Montaña de Riaño"...que al fin y al cabo, no es más que un nombre, una marca.
En esta situación de declive que arrastramos desde
hace ya décadas, le han salido parentelas al término como es el que parece
políticamente correcto, de Montaña Oriental Leonesa. Que no nos parece mal si
se trata de identificar geográficamente a una zona, pero nada más. Por otro
lado, cuando hablamos de Picos de Europa, en gran medida y exceptuando a
Valdeón y Sajambre, solo podemos decir que Picos, lo que es Picos, no somos;
pero no hay que andar muy lejos a pie para darse cuenta que somos uno de sus
mejores miradores… eso ya es algo.
También existe otra denominación que no por novedosa
deja de ser la de mayor fundamento histórico: Montaña de Vadinia. Una bonita palabra y un término que recuerda
los primeros pobladores de estas tierras que dejaron su testimonio por escrito,
labrado sobre algunas de sus lápidas de piedra en tiempos de Roma. Según nos muestra nuestro querido historiador sajambriego, Eutimio
Martino, en su obra Roma contra Cantabros
y Astures, los vadinienses fueron una de las tribus que se enfrentaron con
ferocidad a la todopoderosa Roma en las
históricas “Guerras Cántabras”.
Montaña de Riaño ha sido un distintivo de calidad durante mucho
tiempo, no pudiendo llegar a donde le correspondía por tenerle reservado el
destino y la avaricia de algunos, la sentencia que todos conocemos. Aun así, sigue manteniendo algunas de
sus señas de identidad, potencial para nuevos proyectos comerciales gracias a
su mejor tesoro, su Naturaleza. Clásicos como su repostería, su excelente carne de vacuno o los ancestrales productos elaborados derivados de la matanza del gocho (cerdo),
pueden seguir poniendo con letras grandes en sus etiquetas, Montaña de Riaño.
Una herencia que aun estando lejos de olvidarse, no consigue tener el protagonismo que se supone podría alcanzar,
como sucede en otras zonas que consiguen tener denominaciones de origen de
prestigio y fama. La impresión es que vivimos en un escenario cada vez más decadente en el que cada
uno tira por su lado por doquier. Lo vemos en las últimas apariciones de la
palabra Riaño en los medios de comunicación donde Sajambre y Valdeón, comarcas hermanas desde siempre, no quieren ahora compartir el escaño de Picos de Europa, con el resto de la MR. Sus razones
tendrán sin duda, pero, visto desde otra perspectiva a una mayor distancia,
solo se percibe una zona en disputa y dividida por intentar alcanzar cada uno
por su lado, el mejor trozo del "pastel". No el propio sino, el de “la sumencion” sin objeciones que nos traen los grandes señores de los impolutos "Audis" negros. Algo que parece dejar de lado cualquier consideración
por parte de quien la recibe, y ha hecho olvidar a través de los años cada vez
más, nuestra propia identidad, anulando cualquier resquicio de reivindicación en ese sentido, más si es algo romántico o histórico. Este dinero venido del cielo y no
trabajado desde la raíz, provoca, mal gestionado, como así parece ser, la
fragmentación y la división de las gentes de la Montaña, y lo que es peor, viendo los resultados, parece caer siempre en saco roto.
Profundizando un poco en este asunto, uno tiene la
sensación de estar ante una organización algo parecido a una “cosa nostra”. Expresión que identifica
muy bien a todo lo que se cuece en el camino recorrido por el maná entre el cielo y la tierra. Un mana, dicho sea
de paso, venido de los impuestos y que viene envuelto en un
aura de silencio por parte de sus benefactores. Ayuntamientos a la cabeza,
empresas y la ganadería principalmente; parecen vivir por y para este sistema,
y como ellos mismos dicen, no hay otro. “Es lo que hay” que es lo que parece se dice
hoy para justificar lo injustificable.
Tanto “oro venido de Roma” para que todos al unísono
en una montaña decapitada, sigan rezando con sus serviles dirigentes locales a la cabeza eso si, el “padre nuestro” de San Glorio; lo que significa,
ineludiblemente, ...que "todos queremos más". Y dejando ver una vez más, que la sinrazón de la situación les ha dejado
sin ideas ni resuello para cambiar la perspectiva hacia el horizonte, al cual, miran
al revés. ¿Y el rumbo? … una deriva marcada desde Valladolid
por sus petulantes burócratas de turno… ancha es Castilla.
Hemos caído pues, con el tiempo y sin madre(el
valle); en una dinámica de no respeto hacia los demás que somos todos. Un
egoísmo estúpido y mezquino nos está hundiendo cada vez más en el fango y nos
hace cómplices de nuestros propios verdugos, demostrando no haber aprendido
nada de las duras lecciones pasadas. Solo parece que queda ya en la MR un solo espíritu,
el de la supervivencia. Muy bajo hemos caído por olvidarnos.
Un hecho, una pregunta y una respuesta, para muestra:
¿Cuántas de las personas que se benefician directamente
de los ancestrales terrenos de nuestra Montaña, administrados por las Juntas
Vecinales (antiguos Concejos); estaban defendiéndolos para que no
desaparecieran en las protestas organizadas en León a tal efecto? La respuesta
es: ninguno.
Esto es lo que hay. Viva la montaña, viva, viva el pueblo montañés...… y calderos para todos.
Desde la web "www.altoesla.com" leemos lo siguiente...
Es necesario fortalecer la unión de la Montaña de Riaño y no seguir dispersando su gestión y administración. Las presiones de Comarcas vecinas y son muchas y la disgregación de Riaño, evidente. Ante estos hechos deberemos de responder con la unidad de todos y así evitar lo que significaría la definitiva extinción de La Montaña de Riaño. Lo que es realmente trascendente es que nuestros recursos y patrimonio se empleen en generar desarrollo en la Comarca y evitar así su expolio para beneficio de otras Comarcas.
Los Políticos y empresarios de esta Montaña deben de darse cuenta de lo mucho que nos estamos jugando: el ser o no ser en el inmediato futuro.
Desde la web "www.altoesla.com" leemos lo siguiente...
Es necesario fortalecer la unión de la Montaña de Riaño y no seguir dispersando su gestión y administración. Las presiones de Comarcas vecinas y son muchas y la disgregación de Riaño, evidente. Ante estos hechos deberemos de responder con la unidad de todos y así evitar lo que significaría la definitiva extinción de La Montaña de Riaño. Lo que es realmente trascendente es que nuestros recursos y patrimonio se empleen en generar desarrollo en la Comarca y evitar así su expolio para beneficio de otras Comarcas.
Los Políticos y empresarios de esta Montaña deben de darse cuenta de lo mucho que nos estamos jugando: el ser o no ser en el inmediato futuro.
Plataforma por la Recuperación del Valle de Riaño
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